Aprovechando que el tiempo todavía es bueno, hay que seguir disfrutando de la Sierra, y como no, nuevamente ruta por la sede.
Lo malo de estas rutas es el pestiño que constituye el acercarse hasta allí por todo el llano.
Salgo pronto, y en este tiempo, o llevas una mochila grande o pasas frío a primera hora, por lo que yo opto por lo primero, perneras y maillot largo en la primera fase de la jornada hasta la llegada a Sotalvo. Llego a Sotalvo por el llano, cubriendo los primeros 20Kms a buen ritmo.
Parada en la base a quitarme la ropa larga y preparado para lo que será una larga subida, pues no tengo intención de parar hasta Peñanegrilla.
Subo por la fuente, no hago parada y continuo hacia las zetas de peñamegrilla, donde aunque no sea un sitio muy apropiado para a comer algo, es muy buena hora y la temperatura a pesar de estar alto es buena, hace casi calor, fruto también de los rampones que hay.
En la misma zona un grupo de buitres a cuenta de algún animal, la imagen es de documental, pero no pude captarla bien, pues solo llevaba el móvil.
Realizo la bajada a Mironcillo, donde me encuentro con Valerico que caminaba en solitario también hacia el Castillo. Paramos a saludarnos y continuamos los dos con nuestra ruta.
Yo como era pronto decido alargarla cruzando a la otra parte del Valle Ambles, hacia Padiernos, y Muñopepe. Desde allí subo un tramo de asfalto dirección Casasola, para coger un desvío a la derecha y realizar una zona de sendero, que me llevará a la carretera Duruelo-La Serrada. Aquí han puesto alambrada y me toca buscarme las vueltas para saltarla. Menos mal que había una piedra cercana y salto fácil.
Continuo subiendo hacia las canteras de Duruelo, con la tormenta perfectamente audible, por lo que aumento el ritmo. Sigo subiendo, casi estoy arriba y los truenos se oyen cada vez más fuerte. Me coge me coge, y continuo exprimiendo el ritmo.
Alcanzo la carretera y decido bajar por el sendero de Picotillas, a pesar de que no sería el camino más rápido, pero si el más bonito y tampoco perdería mucho tiempo, además miro hacia Villatoro y parece que la tormenta se desvía más hacia el sur.
La divertida bajada me coloca en La Colilla, creo que ya la tormenta esta salvada, como así fue, ya que en poco minutos estoy en Ávila, bajando por el camino de la antena.
En la subida por la Ronda Vieja, me reencuentro con Valerico, con lo que intercambio de nuevo unas palabras, únicamente para comentar el desgaste que ya traemos los dos.
Luis, te veo fino, fino... No como yo que voy peor que las abuelas. El domingo 50 km llanitos para ver si voy entonando un poco las piernas. Saludos.
ResponderEliminarfino...fino....jeje.
EliminarYa será para menos, como las abuelas....