A las 8:45 Carlos y un servidor salimos puntuales desde la superficie comercial del barrio de la Universidad (no daré nombres por aquello de la publicidad). Ya desde el punto de partida, el Mercadona (cachissssss ya lo he dicho), las nubes nos acechaban, así que lo de mojarnos o no mojarnos fue el tema de conversación en los inicios de la etapa.
La Paramera fue la primera subida de la jornada, subimos tranquilitos y con buena conversación, que si “qué miedito el soplao” que si “estas rampas en frio son pestosas…” y sin darnos cuenta coronamos y nos presentamos tras un buen descenso en El Barraco.
Tras llanear hasta Navalmoral, tomamos el desvío hacia Burgohondo y en un “plis plas” nos presentamos en El Barrio del Morisco, donde nos quitamos la ropa de abrigo y comenzamos la ascensión al puerto de los Aguilones. La subida comienza por una pista de hormigón entre las casas, la pendiente siempre entre el 8-9 %... tras el cartel comienza el asfalto, de ese suelto, del que agarra, del que mola!!! Las rampas se endurecen y los porcentajes asustan un poco… Ahora 11, ahora 13, ahora 16%!!! Total que una subida bonita, dura, un poco corta (5 kilómetros) y que carlillos ( que subió como un jabato) y yo os recomendamos.
Tras las últimas rampas, muy suaves, y descender hasta el cruce de Navalacruz continuamos hasta la gasolinera Navarredondilla donde tomamos la barrita y echamos unos polvos…( de Isostar en las botijas)
En unos kilómetros vuelta a Navalmoral y subida del tercer y último puerto de la jornada. Subida tranquila , de nuevo buena conversación y lo más importante, las únicas gotas que sentimos fueron las de nuestro sudor, ni rastro de lluvia!!! Llegamos prontito a Ávila con 97 kilómetros en las piernas, un gran dia de ciclismo en buena compañía y un descubrimiento: el pequeño gran “Puerto de los Aguilones”.
miércoles, 4 de abril de 2012
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