Pues si, una nueva versión de la travesía de la Sierra de Ávila, con "final en alto" la que me he sacado hoy de la manga, y con una 26" rígida, que ya parece que no valen para nada, lo que viene a demostrar una vez más que es el indio y no la flecha.
Esto fue el perfil:
Y el mapa de la ruta:
Una seis horas contando parada. 2.5litros de agua, un bidón de isotónico, dos geles, tres barritas, dos plátanos y unas almendras con dátiles, es el combustible que ha necesitado mi motor, ---que ya es sabido que está un poco petado y echa ya bastante carbonilla cuando le aceleras---, para completar esta jornada maratón estando a casa a la hora de comer.
Salida a las ocho, con la fresca, bastante fresca por cierto, menos mal que el comienzo promete y se calienta uno rápido el anticogenlante.
Los tiempos previstos más o menos se iban cumpliendo, echando una hora aprox al Boquerón, en otra hora aprox estaba en Paramera, lo que me colocaba a las 9:50 saliendo ya de la fuente del Alto de Navalmoral camino al Rio Mayor y las zetas de Peñanegrilla, donde coronaría a las 10:40, paro a la foto, me pongo los guantes y para abajo.
y a las 11:30 en el techo de la etapa en el paso canadiense que hay ya con vistas a Serrota, y donde en la bajada se me hace siempre obligatoria la parada a la imagen fotografiada tantas veces pero que no deja de fascinarme, con Menga abajo y el valle.
Y esta vez homenaje a la 26" que también es muy válida jeje
Desde aquí con todavía medio depósito lleno emprendo el regreso a casa, por al Hija donde paro a sacar otro platanito y hasta Niharra a buen ritmo, allí decido visitar los pastos de invierno por aquello de que hoy hacia entre flojo y fuerte de frio y pongo rumbo al norte del Valle Ambles para subir por el Pedregal a Casasola.
Al igual que pasa en mi coche, una vez que vacías medio tanque, la agua baja que se las pela, por lo que antes de salir a la carretera de Casasola y despues de merendarme la subida por El Pedregal, me entra como un sopor insoportable, y aprovechando la parada a abrir la portera, decido meterme otro gel y quitarme el chaleco, que yo creo que es lo que ya me traía martir de calor.
Visto y no visto, me subo a la máquina y aunque ya las piernas vienen algo tocadas, y cada repechillo ya me duele bastante, consigo llegar a la portera de Guija por las encinas dignamente, donde me encuentro algo mejor, supongo que sería por el terreno favorable que me quedaba.
Culmino los últimos kms por Martiherrero y la antena, total que aparezco por la el puente sobre el Rio Adaja a buena hora, cerca de las 13:45 para acabar entrando en el portal a las 14:00 ya bastante harto de bici, con un total de 112 kms aprox.
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